jueves, 3 de enero de 2013

Un convento de paso.

Recuerdos de la Alcarria.
El reportaje que tratamos hoy es especial, en primer lugar por que hemos pasado por al lado muchas veces y siempre hemos ido dejando la visita para mas adelante, esperando un momento ideal.
En segundo lugar decir que encontramos ese momento cuando nuestra amiga Nines, de la misma localidad donde se encuentra este convento, nos comentó que siendo su hermano el alcalde podríamos visitarlo llave en mano cuando quisiéramos y para hacerlo aun mejor se nos unen al evento un montón de amigos a parte de Nines, como Juanma y Adolfo que con los que ya hemos compartido alguna de estas excursiones y otros mas nuevos en esto como Lorena, Rafa, Luismi y Rober.
Así que una vez nos juntamos y después de tomarnos algo nos ponemos en marcha.


Cruzando un par de pasillos lo primero que encontramos es la iglesia sobre la que posteriormente se construyo el resto del convento. Como se esperaba en el lugar no quedaba mucho pero se podía deducir como fue en tiempos mejores a pesar de las reformas, ya que su construcción data del siglo XVI. El retablo aun estaba en pie, aunque con algún desperfecto, no es el que existió originalmente ya que este fue vendido en los años cincuenta para conseguir fondos para reformas y reparaciones de desperfectos de la guerra civil.


La bóveda a pesar de los años, la pintura desconchada y las manchas de humedad aun conservaba su encanto y no presentaba grietas ni desperfectos significativos.



Continuamos la visita alrededor de un pequeño claustro donde encontramos un poco de todo, desde la cocina hasta un aula que aun tenia un pupitre intacto. En esta parte del complejo es donde mas se dejaba notar la huella del vandalismo y el saqueo. Algunas zonas estaban realmente deterioradas y habían sido apuntaladas.






Antes de subir al piso de arriba bajamos linterna en mano por unas escaleras que llevaban a la parte subterránea del convento o lo que parecía ser una especie de bodega donde un par de murgielagos nos dieron la bienvenida revoloteando bastante cabreados mas cerca de mi cara de lo que me gustaria.



Excepto por un par de entradas de luz la oscuridad era casi total, aunque el suelo era firme y la construcción bastante solida como es propio de estos lugares. No encontramos nada interesante salvo una pequeña cueva con forma de cruz de Caravaca que parecía excavada en la roca, posteriormente antes de irnos revisamos otro subterráneo y dimos con otra cueva exactamente igual en forma que la mencionada.


La segunda planta no había sido tratada mejor que la primera, allí encontramos las celdas de las monjas, pequeños cubículos repartidos de forma regular que se unían a un pasillo principal, estaban prácticamente vacíos y a veces resultaba agobiante moverse por lo estrechos que resultaban.
Encontramos también una pequeña capilla que supongo solo utilizarían las que vivían en clausura, había otras habitaciones mas amplias con baños propios, una pequeña cocina, duchas y lo que debió ser una pequeña oficina.
Se podían apreciar algunas reformas en paredes y techos para frenar el deterioro.

A través de los siglos el convento ha sido habitado por monjas de distintas ordenes y misioneras hasta su abandono. De la impresión de que estaban de paso ya que ninguna de estas permaneció mucho tiempo en la localidad.




El patio resultaba impresioante, al menos al imaginar como fue cuando estaba cuidado, ahora estaba lleno de zarzas y malas hierbas. Destacaba sobre todo un cenador cubierto por una parra y rodeado por los arboles del jardin, cerca de alli encontramos un alberca, probablemente para el riego y unos talleres de los que apenas quedaban sus cuatro muros en pie.
Atravesando la maleza pudimos ver los antiguos nichos del convento, ahora vacíos y tapados, claro.



Para rematar bien la excursión visitamos una parroquia cercana que me llamó la atención la primera vez que pase por ella, y es que la parte trasera de esta se trata de una antigua construcción del siglo XV que no se llego a terminar.
Desde dentro impresionan las columnas adosadas en las esquinas de los altos muros y sobre estos aun se observan vestigos del arranque de la boveda, punto en el cual se paro la construccion.
Apenas da la sensación de estar visitando unas ruinas ya que el interior de los muros es un sombreado patio con un enorme laurel y una palmera. Nos permitieron ademas subir al campanario para poder observarlo desde arriba, ademas de tener la oportunidad de disfrutar de la vista desde esa altura y fotografiar de cerca las campanas.







Por ultimo y para terminar acabamos todos "apuntándonos sin querer" a comer con la familia de Nines a la cual aprovechamos para agradecerle lo bien que se portaron con nosotros.

Saludos.

5 comentarios:

  1. Que sitio mas bueno y el reportaje mas bueno, felicidades me gustan las fotos.
    saludos Kapelo

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  2. Me ha encantado!!!! El techo es una maravilla, igual que las fotos. Son impresionantes!!!

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  3. Pero que guapada de sitio, felicidades!

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  4. Uauuu!!!

    Pedazo Fotos! Me han encantado!!

    En especial las: 8,9,10,25 y 28!!

    Estupendo reportaje!!

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  5. Gran día el que pasamos!! Y mejor reportaje aun, es genial. A mi madre le hará ilusión verlo :)

    besoss

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