sábado, 10 de agosto de 2013

Maison Pierre.


Segundo día de viaje por tierras belgas. Hoy nos topamos con una de esas casitas de campo olvidadas, ubicada a las afueras de una pequeña localidad, y aparentemente bastante transitada, aunque sin apenas signos de vandalismo. Los signos mas evidentes los deja el paso del tiempo, la humedad y la vegetación.

El lugar esta repleto de detalles y objetos, testigos de la vida de la familia que habitó la vivienda, de sus costumbres, incluso un poco de su manera de ser y pensar.

Tratamos de ser respetuosos con cada cosa que encontramos dentro, pero también nos gusta deducir y juzgar un poco... a los antiguos inquilinos no les importara que lo hagamos.





   Parte del falso techo se había caído en algunas zonas de la planta baja. El agua entraba por los traga luces y la humedad estaba invadiendo poco a poco las estancias, pero se trata de una construcción bastante solida y el resto de la casa se conservaba bien.
Encontramos en el comedor y la cocina decenas de fotos de los antiguos habitantes de la casa. Fotos antiguas y otras mas modernas, fotos de boda y de la familia en general, aunque lo mas sorprendente fue encontrar en un sobre varias fotos en medio formato del funeral del padre.
¿Que clase de personas hacen fotos en un velatorio?

Lo religioso estaba presente sin duda en este hogar: Decenas de crucifijos repartidos por cada estancia y libros de temática cristiana dejan constancia de ello.





   En el recibidor que estaba completamente a oscuras encontramos a parte de una enorme cantidad de objetos curiosos las escaleras a la segunda planta.
Creo recordar que al menos había tres habitaciones, posiblemente de los hijos de la familia, ya que la habitación de matrimonio se encontraba junto al salón.

Los posters y pegatinas dejan patente los gustos y aficiones de los chicos, al menos en su etapa mas joven.
En otra habitación encontramos una muñeca desvalida de mirada inquietante... resulta un tópico muy desgastado la imagen de la muñeca sucia, pero la foto es obligatoria.

La tercera habitación y el baño eran un tanto intransitables.












   A diferencia de otros lugares en los que solemos incursionar, las viviendas familiares no tienen una historia conocida, a excepción de los años pasados por la propia familia. Eso no es asunto nuestro y tan solo podemos hacernos una idea de las personas que habitaron allí, hacer algunas fotos del abandono y respetarlo dejándolo tal y como lo encontramos.

3 comentarios:

  1. Excelente reportaje; la casa está muy bien conservada y espero que se siga conservando así de bien.
    Coincido contigo en que debió de ser una gente bastante rara; por el tema de hacer fotos en el funeral, pero bueno, cada loco su tema jajaj saludos!!!

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  2. Muy buen reportaje y muy buenas fotos.

    Un saludo!.

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