martes, 20 de diciembre de 2011

Lenin soviet hospital

   Nos acercamos al final de nuestro viaje por tierras berlinesas y para despedirnos tan solo nos queda hablar de uno de los lugares que visitamos el ultimo día. Efectivamente se trata de nuevo de otra localización de temática soviética, esta vez nos encontramos en un pequeño (teniendo en cuenta lo gigantescos que resultan las construcciones rusas esto era pequeño) complejo hospitalario.

   Pese a que todos los lugares que visitamos por Berlin pudimos explorarlos y fotografiarlos sin demasiada dificultad, este en concreto le podemos considerar el único FAIL de todo nuestro viaje. La razón fue que no encontramos lo que buscábamos, y no por que no fuésemos capaces, ya que lo recorrimos de arriba a abajo, sino por que los quirófanos que eran fotogénicamente una pasada habían sido desmantelados y limpiados como pudimos comprobar. Ademas alguno de los elementos del complejo como por ejemplo las farolas que eran bastante antiguas habían sido saqueadas y curiosamente se podían encontrar a la venta en los mercadillos de la ciudad junto con otros elementos de mobiliario propios de este tipo de lugares de la era soviética en Alemania.
A pesar de todo esto no nos decepcionemos y recorrimos el lugar al completo, ya que aunque vacío vale mucho la pena la visita.



El acceso al recinto era tan simple como ocultar el coche y saltar por cualquier punto de los cientos de metros de valla que lo rodean haciendo caso omiso de las ya familiares señales de tipo "achtung - verboten". El único problema es que nuestro compañero Sevilla con su brazo aun convaleciente no tenia modo de saltar. Por esto improvisamos una entrada para el torciendo un barrote ya doblado y que nos costo cierto esfuerzo.


   Mientras Sevilla y yo fotografiábamos el típico mural de Lenin en la entrada, Chenko se las arreglo para encontrar un acceso al edificio principal. Aunque en el recinto había cerca de veinte edificios, este era el que mejor se conservaba ademas de ser también el que nos llevo mas tiempo recorrer. Los demás se encontraban totalmente vacíos y carentes de detalles, ademas de tapiados y los que eran accesibles era trepando por las ventanas, esfuerzo que siempre acababa en decepción.

En la primera planta se hallaban las habitaciones y algunos almacenes ademas de la recepción, también un par de quirófanos. en la segunda se encontraban los demás quirófanos y habitaciones, así como un ala infantil en la ultima planta, donde llamaban la atención sobre todo los murales de las paredes.








En el edificio no se apreciaban apenas señales de vandalismo, solamente el paso del tiempo que se hacia notar sobre todo en la pintura de las paredes. También había alguna gotera que estropeaba el suelos y techos, pero a pesar de esto el edificio se encontraba en unas condiciones que ya quisiéramos para algunos abandonos de nuestro país.




Tambien dimos una vuelta por el sotano practicamente a oscuras, aun asi nos dejo algunas buenas imagenes y algun que otro susto por no ver apenas nada.
La buhardilla resulto algo mas interesante ya que se podía contemplar la estructura de madera del tejado, ademas de algunas curiosas habitaciones y la maquinaria del ascensor.
Revisando los edificios de alrededor como ya he mencionado encontramos poca cosa. Una sala de calderas, barracones, algunas viviendas y una gran casa que no contenía absolutamente nada, ni siquiera las baldosas del suelo, aunque conservaba algunos detalles dignos de fotografiar









Y esto fue un poco el resumen de la mañana ya que después de comer, la tarde la dedicamos entera al kaserne Krampnitz.
Aquí terminamos nuestros reportajes sobre la zona de Berlin, aunque nos gustaría volver visitar mas lugares como este, aunque eso será mas adelante. También mencionar que este viaje no fue solo de abandonos sino también de turismo y que resulto de lo mas divertido, pero eso ya es otra historia.
Gracias a todos los que nos habéis seguidos y un abrazo a Sevilla por la estancia y por acompañarnos a todas partes.

jueves, 17 de noviembre de 2011

El sanatorio del piano.

   Después de perder prácticamente un día lidiando con una compañía de alquiler de coches, sus absurdas pautas y un montón de problemas conseguimos un vehículo con el que pudimos llegar a este lugar tan increíble. Lo que le convierte en especial es a mi juicio que hablamos de un edificio de un siglo de antigüedad, que no tiene ninguna señal de vandalismo o saqueo, solo el paso del tiempo, pero sobre todo lo que mas llama la atención es el piano que aun alberga en su interior, a día de hoy prácticamente intacto.

Se podría pensar que se trata de un lugar apartado y bien escondido, pero no es así. Esta ubicado junto a una carretera y muy cerca de un lugar de ocio donde había aparcados decenas de coches. A pesar de esto nosotros procuramos ser discretos y no llamar la atención dejando a la vista nuestras intenciones de colarnos dentro.



















Encontramos la entrada por la parte posterior del complejo y nos recibe un fuerte olor a cerrado y humedad, ademas de un silencio sepulcral. Una vez que nuestros ojos se han acostumbrado a la oscuridad del interior nos ponemos en marcha para explorar las tres plantas que aparentemente tiene el edificio. Lo primero que encontramos en nuestro recorrido es el renombrado piano. Se encontraba en una sala totalmente vacía, frente a tres ventanales que le daban un aspecto misterioso y nostálgico a la vez. Como ya he dicho antes estaba practicante intacto aunque cubierto de polvo y con una cuerda rota, la tapadera no estaba sujeta al piano ya que había sido desmontada y después colocada de nuevo sin ser fijada como dedujimos después al ver en Internet mas fotos del lugar. Por supuesto sonaba y se podía escuchar por buena parte del edificio.














Algunas partes del edificio se encontraban en mal estado debido a las goteras pero era accesible en su totalidad si se hacia con cuidado o por los accesos mas seguros. Había también puertas cerradas a cal y canto ademas de muebles. Chenko consiguió abrir uno sin forzarlo y encontramos varios frascos de vidrio para muestras, lo mas curioso es que en todos ponía "made in RDA", asi que nos podemos hacer una idea de la época en que abandonaron el sanatorio. Nos llamo la atención que las ventanas no tuvieran apenas cristales rotos y que incluso algunas aun conservaran las cortinas. Los únicos desperfectos fueron algún baño roto y la pintura de las paredes que daba la sensación de ser hojas secas y que dejaba entrever los tonos de las paredes o el papel que algún día las cubrió. También encontramos una buhardilla donde parecía que había estado viviendo alguien hace tiempo.
























En ningún momento encontramos palomas u otros animales en el lugar, cosa que también influye en su conservación.










Eso fue todo ya que no tuvimos tiempo de mas debido a los problemas para conseguir el coche, se nos hizo muy tarde y en ese día solamente pudimos visitar este sanatorio y la verdad es que por mi parte quede bastante satisfecho. Con esto nos ponemos en marcha hacia Berlin en busca de nuestra ocasional cerveza y preparándonos para la próxima.