jueves, 11 de diciembre de 2014

Casita con bodega


 Una pequeña casa de campo un tanto apartada del núcleo urbano que ademas tiene su propia bodega, cochera y capilla. Esta descripción acerca de un lugar abandonado empieza a ser algo comun cuando se trata de hacer incursiones por tierras portuguesas. No sera la ultima desde luego, ni tampoco la mas impresionante que hemos visitado como pronto os mostraremos pero vale la pena pasar y echar un vistazo y algunas fotos en su interior. ¿No?






Sin duda es la típica finca vacía y con todo revuelto y esparcido por el suelo, muchos son sus detalles que nos mantendrán entretenidos algo mas de una hora mientras recorremos las dos plantas de la vivienda y los edificios exteriores.















No puede faltar la visita al sótano, este totalmente convertido en una pequeña bodega. Aun podemos encontrar cajones y estanterías con etiquetas y fechas de cada cosecha. Centenares de botellas se apilan en el suelo o en los estantes completamente vacías.
Volviendo a la primera planta  no taramos en encontrar la capilla. Apenas un altar donde en otro tiempo albergaba una imagen religiosa, realizado en mármol o tal vez una roca menos noble y adornado con molduras doradas. El techo esta empezando a quebrarse aunque la imagen central de la virgen aun se conserva en buenas condiciones.
Después salimos al patio donde encontramos otros edificios como una cochera, un taller o incluso un palomar. Algunos de estos lugares están en completa ruina.