viernes, 25 de julio de 2014

Palacio de los Angeles

Primera parte: Planta baja y sótano.

Estamos ante el punto fuerte de nuestra ultima escapada por la zona norte del país, pero parece que el premio gordo se va a hacer de rogar... La presencia de la autoridad, los vecinos e incluso los horarios parecen jugar en nuestra contra. Probamos suerte, existe un acceso, uno de nosotros consigue entrar y salir rápidamente. Es seguro y el lugar es increíble. Pero ahora no es el momento.

Decidimos visitar otros lugares antes de volver y probar de nuevo suerte los cinco a la vez. Si, somos cinco. Para esta pequeña quedada nos hemos juntado un grupo variado. Adolfo que ya es cotidiano en el mundillo, Roberto, conocido y a partir de hoy un nuevo compañero. No pueden faltar los gemelos Galvache, David y Algaca, además de un servidor que a pesar de que no atravieso mi mejor momento laboral prometí no perderme la siguiente quedada. Y desde luego valió la pena.


Nuestro siguiente intento debe ser definitivo. Escondemos bien el coche, vamos prevenidos de los factores de riesgo, vigilamos las miradas de la gente cercana y cuando estamos seguros entramos en la finca rápidamente hasta llegar a la parte trasera de este pequeño palacete de estilo indiano. Con cuidado buscamos nuestro acceso y entramos uno por uno. Dentro solo hay oscuridad hasta que nuestros ojos se acostumbran a la penumbra del lugar y quedamos abrumados al vernos rodeados de lo ostentoso de esta vivienda.


Preciosas molduras, paredes de madera tallada, cuadros antiguos, una gran chimenea, sillones lujosamente tapizados y una enorme lampara configurada con cientos de cristales nos dan la bienvenida. Parece increíble estar dentro de semejante lugar, a los que llevábamos tiempo sin experimentar la adrenalina de las incursiones no entran los sudores o se nos seca la boca ante esta perspectiva y tan solo hemos visto una habitación.


Las linternas son necesarias para movernos por el interior. Nos dispersamos y recorremos con sigilo las habitaciones de la primera planta donde podemos encontrar un par de baños con espejos que cubren casi por completo las paredes, la cocina, algo revuelta y no muy antigua, y un gran comedor que veremos en la segunda parte de este reportaje.



A mi juicio, el pasillo de esta planta es una de las partes mas increíbles de la vivienda pero por contra esta completamente a oscuras. Mientras alumbramos el entorno palmo a palmo vamos descubriendo sus maravillas, como por ejemplo el papel pintado de las paredes, el mármol azul en los relieves de estas simulando columnas, las puertas de madera adornados con vidrio plomado o la estufa de brillantes azulejos verdes a un lado de la sala son sólo algunos ejemplos. Pero el techo de esta estancia merece una mención a parte.












A la derecha de la entrada principal hayamos una biblioteca. Probablemente esta sea la habitación mas oscura de todas y para hacer la foto necesito la ayuda de mis compañeros para pintar con luz la escena. La sala también tiene una chimenea, una bella mesa de café, figuras de porcelana y cuadros. En cuanto a la librería a parte del polvo parece estar en buen estado y no parece que falte nada.




Volvemos al pasillo central de la planta para indagar un poco sus techos, de nuevo la luz de nuestras linternas no resulta suficiente pero podemos apreciar las molduras pintadas de dorado y dos frescos de pintura muy concreta. El primero consiste en cuatro escenas con motivos de ballet y el siguiente tiene pintadas cuatro escenas de tipo paisajista. Pese a que hay algunas filtraciones en la vivienda estas no parecen haber afectado a la pintura.




Como algunos compañeros ya están en la primera planta otros nos decidimos por el sótano. El lugar es como poco curioso ya que para empezar no es como podría ser cualquier construcción subterránea de este tipo. Las escaleras para bajar tienen moqueta y están adornadas de papel pintado, siguiendo el motivo de la planta baja. Una vez abajo encontramos cuadros en las paredes además de un gran lienzo que parecía estar hecho de piel con dibujos medio borrados y varios escudos pintados.



A la derecha encontramos una pequeña cocina con lavadora y también una capilla, cosa que aunque esperábamos no dejo de sorprendernos. Tan solo podíamos adivinar su aspecto a través de las vidrieras construidas a nivel del suelo por las que entraba la luz. La pequeña capilla con apenas seis o siete bancos se encuentra repleta de cuadros de todos los tamaños y para sorpresa de nuestros ojos de carteles en inglés de publicidad, negocios e incluso de una estación de trenes. Pocas veces nos topamos con cosas tan raras...



Del altar se puede decir que es la parte del mobiliario mas estropeada del lugar ya que quitando algunas goteras que ya empiezan a hacer mella en el suelo de madera el resto del palacete esta en un estado casi perfecto. En esta parte nos observan dos grandes figuras de carácter religioso, sobre ellas se ha desplomado un trozo del techo de escayola, peor aun conservan buen aspecto. Junto al altar hay un montón de cajas apiladas que contienen todo tipo de cosas, desde figuras de porcelana hasta discos de vinilo.
Saliendo de la capilla encontramos una sala llena de objetos pero mas desordenados y de diferentes épocas. Lo mas destacado era una prensa para uva, una cabeza de jabalí disecada, una gran lámpara y unas cajas llenas de bloques de vidrio tintado, que parecían haber sido retirados de algún lugar de la vivienda, tal vez en una reforma.



Ya para terminar bajamos aun mas abajo por unas escaleras hasta encontrar una pequeña bodega. Apenas diez barriles y una pared con botelleros llenan la húmeda estancia, iluminada por dos pequeñas ventanas que permiten la entrada de luz y aire a este subterráneo.




Hasta aquí la primera parte. Espero no haberme excedido con las explicaciones y demás, pero pocas veces tenemos la ocasión de visitar un lugar como este. El próximo reportaje tratará principalmente de la primera planta y la buhardilla. Os aseguro que no os dejara indiferentes. ¡Saludos!


No dejeis de pasaros por los blogs de los compañeros junto a los que visitamos este lugar:

http://www.abandospanish.com/2014/07/el-palacio-de-los-angeles.html

http://abandonosyzarzas.blogspot.com.es/2014/07/el-palacio-de-las-estufas.html

viernes, 18 de julio de 2014

Pensión Green

   Perdidos por carreteras secundarias, disfrutando del paisaje natural que Galicia ofrece nos topamos con este lugar. Las señales son inequívocas, por esta zona huele a abandono, claro que tampoco vamos a dar pistas sobre esta localización.
   Paramos a echar un vistazo, el lugar esta desierto y todo parece cerrado. A través de los cristales y los agujeros de las ventanas se pueden ver cantidad de cosas interesantes pero inaccesibles. Seguimos probando hasta darnos cuenta que uno de los edificios tiene algunas huellas de botas bajo una ventana, probamos a levantar la hoja de madera hinchada y... ¡Bingo!
   Estamos dentro de un baño, solo hay oscuridad y un penetrante olor a humedad propio de los lugares cerrados, aunque en este caso se acaba de batir un récord.




Goteras, manchas de humedad, hongos y musgos han dado forma a este lugar durante los últimos veinte años. Cualquier pieza metálica que encontramos tan solo es una replica en oxido de lo que algún día fue o simplemente se han convertido pequeños amasijos de color naranja esparcidos por cada una de las salas que visitamos.






El verde y el negro son los nuevos colores que alegran las oscuras estancias que recorremos con máximo cuidado, ya que para hacer nuestra visita mas interesante esta pequeña pensión esta construida en su mayor parte en madera. Madera húmeda y en ocasiones podrida la cual tentamos antes de dar un nuevo paso por el suelo.


Una de las salas mas peligrosas resulto ser este salón que tras poner un pie dentro el suelo comenzó a doblarse. La solución fue simple: un par de pasos hacia a tras, una pequeña carrera y un salto. Parece que valió la pena, al menos a mi juicio ya que dentro encontramos una antigua radio, que aunque estaba completamente podrida aun conservaba su forma y su encanto.



Linterna en mano exploramos una a una el resto de las estancias, las fotos se hacen complicadas ya que aunque esta vez me he acordado de traer el trípode me he dejado la zapata que se usa para enganchar la cámara, algo corriente en mi como bien sabéis los mas allegados ;)
La despensa permanece intacta y parece ser el lugar mas seco de la pensión. La cocina tampoco luce mal aspecto aunque la cubertería se ha convertido en un amasijo de oxido. Terminamos con las habitaciones. Los viejos colchones, algunos de paja y abarrotados de agua por las goteras se han convertido en un criadero idóneo para todo tipo de hongos. Llamadme loco pero me empieza a apetecer una pizza de champiñones :D
Terminamos la ronda fotográfica con algunas fotos de detalles y nos vamos. Afuera llueve y aun así el exterior parece mas seco y cómodo que cualquiera de las estancias de esta pensión.






Como despedida nos damos un paseo para hacer unas fotos de los exteriores y probar suerte en los demás edificios que como cabía esperar nos dejan con las ganas ya que permanecen bien cerrados.
Y eso es todo de momento, en los próximos días seguiremos subiendo reportajes de nuestras andanzas por el norte de España. ¡Saludos!


martes, 8 de julio de 2014

Morris Oxford


   Seguimos explorando junto a Mario, la Churri y Javi, de nuevo una finca con chalet, pero esta vez del tipo que a nosotros mas nos gusta, por que dentro hay un par de sorpresas en forma de coches clásicos. El chalet esta en un evidente estado de abandono y buena parte en ruinas pero la finca parece estar en uso, así que procuramos ser rápidos y prudentes. El acceso es un poco comprometido ya que una concurrida carretera pasa por delante, después de algunas vueltas decidimos sentarnos en la tapia que rodea el lugar y cuando no pasa nadie entrar dentro, algunos saltan con mas pasión que otros... Bueno, eso forma parte de nuestras pequeñas anécdotas. El caso es que una vez dentro y bien ocultos de las miradas nos dirigimos rápidamente a la parte posterior de la vivienda donde con mas tranquilidad nos ponemos a lo nuestro.



 Nos recibe un coche poco común en nuestro país, se trata de un Morris Oxford VI fabricado creo, a principios de los setenta. Pese a su estado de abandono no parece muy deteriorado y aventuramos que tal vez en buenas manos pudiera ser incluso restaurado.


Entramos a la vivienda por la cocina, o mas bien a través de los escombros del cuarto de la caldera, o tal vez la despensa. A parte de la chimenea y algunos muebles aun se conservan unos fogones de leña.














   La planta baja apenas tiene un par de habitaciones oscuras y vacías y sin mucho que curiosear, pero al asomarnos a lo que parecía un establo nos encontramos una sorpresa: Un Seat 600. Con las linternas descubrimos que a pesar del polvo la pintura es nueva, de hecho en su interior están todas las piezas de la carrocería, como si hubieran sido desmontadas para pintar el vehículo y después no se hubieran vuelto a poner en su sitio.
   La primera planta lucia un aspecto completamente diferente con un estilo muy moderno para la época. Encontramos las habitaciones principales, lo que parecía que fue un despacho, un gran salón con chimenea y columnas de piedra y una especie de comedor con composiciones de azulejos de colores y ventanales.







La vivienda también contaba con un pequeño ascensor del cual poco se podía ver, por que parte del techo se había derrumbado sobre el. Indagando por esta planta vamos revisando algunos documentos que nos hablan del dueño de la casa. Documentos de un abogado que además, como delataba su talonario movía importantes cantidades de dinero tanto en pesetas como en dolares.





Al salir de la finca tuvimos un pequeño susto al ver como en la misma puerta se detenía un furgón de la guardia civil, aunque fue un momento bastante cómico cuando nos vimos hasta tres personas escondidos en linea detrás del mismo árbol. Al final resulto que los agentes simplemente pararon en la puerta para hacer un cambio de sentido y una vez que se fueron solo nos quedo reírnos de nuestra propia absurdez.

¡Hasta la próxima compañeros!