
A pesar de todo entramos y admito además que tras recorrer el sótano yo mismo dije "Aquí no va a valer la pena perder tiempo". Suerte que me equivoqué y al final dedicamos una hora a explorar y fotografiar cada estancia, y a mi juicio valió mucho la pena.
Como podéis ver la casa tenia bastantes detalles y curiosidades como revistas o juguetes, pero lo mas llamativo eran sin duda sus dos pianos. Uno al fondo del pasillo de la primera planta y el otro en el hall aunque este estaba destrozado. Alguien incluso se molesto en poner la mesa.

Algunas paredes se estaban quebrando y daba cierto respeto entrar en algunas estancias pero por lo demás la casa era explorable al cien por cien, la luz era muy buena y la decadencia nos rodeaba, asi que nada mejor que estos pequeños pretextos para hacer unas cuantas fotografías ¿No?
Y no hay mucho mas que contar de este lugar, así que hasta la próxima!
Aveces compañero encontramos lugares que no valen la pena pero la verdad al entrar,te sorprendes de lo que hay dentro del lugar buen hallazgo compañero,raro el piano este enteras las teclas y los lavabos buen report.
ResponderEliminarQue guapo, me encantó el piano, con su dejar pasar el tiempo, en una bella melodía.
ResponderEliminarUn abrazo!